El palacio de los Condes de Olivares

Primera mitad del siglo XVI

Actualmente sede del Ayuntamiento y centro de actividad como lo fue en el pasado

El Palacio del Conde Duque de Olivares fue edificado en la primera mitad del Siglo XVI por Don Pedro de Guzmán y Zúñiga, I Conde de Olivares y acrecentado en el siglo XVII por su nieto Don Gaspar de Guzmán y Pimentel, Conde Duque de Olivares.

Su construcción se inició en la primera mitad del siglo XVI, juntamente con la Colegiata y el Pósito conforman la Plaza Mayor, la cual se construyó como Patio de Armas del Palacio.

El Palacio fue la residencia de las Condes de Olivares en sus estancias para visitar sus posesiones en el Aljarafe y más adelante residieron en él los Abades y Canónigos de la Colegiata.

La fachada del Palacio es de estilo renacentista, tiene una longitud de 62 metros y presenta una composición simétrica, está flanqueada por dos arcos apuntados y coronada por almenas de grada, con adornos de bajorrelieve, sobre una cornisa sencilla, bajo la que curre un festón de yesones decorativos.

Tiene además cuatro torreones que avanzan ligeramente hacia la plaza con remates piramidales.

El interior del edificio consta de tres núcleos agrupados en torno a sendos patios. El más bello es el patio central, de trata muy común en el siglo XVI sevillano, es de planta cuadrada, con una galería en todos sus frentes y arcas de medio punto peraltados en sus alfices correspondientes, tiene por remate una cornisa con perfil de nácela a partir del cual nace el segundo cuerpo, que es ciego y con simple balconaje. Los arcos se apoyan en columnas de mármol blanco genovés que tanto se usó en la Sevilla de la época, sin galibo, con basa de garras, fuste liso y capitel de castañuelas.

En el Salón Mudéjar se exponen copias de cuadros de los Condes de Olivares. En el Salón Alfarje Grande existe una exposición permanente de trajes barrocos elaborados por el Taller de Empleo Gaspar de Guzmán.

La puerta principal muestra sobre un jambeado, esbeltas semicolumnas de mármol genovés sobre doble pedestal, rematadas por capiteles corintios que soportan un entablamento, compuesto por arquitrabe, sobre el que corre un friso con labra de cabezas renacentistas, rematado por cartelas y una cornisa con resaltos en reposición de los capiteles. Todos los trabajos de mármoles fueron realizados en Génova por el muestro cantero Jacobo de Solario de Carona y encargados a partir de 1536 por Don Pedro de Guzmán.

Sobre la puerta central aparecen unos magníficos mármoles, de importación genovesa, labrados con dos sirenas o arpías que sostienen el escudo de la Casa de los Guzmanes, y está rematado por un dragón alado Los herrajes corresponden a las reformas realizadas por Don Gaspar de Guzmán en la primera mitad del siglo XVII.

Por disposiciones testamentarias y matrimonios paso de los Guzmanes a la Casa de Alba, en su poder hasta los comienzos de 1970. Actualmente es sede del Ayuntamiento de Olivares. También ejerce como centro de actividad pública y cultural en Olivares, como lo fue en siglos pasados.

Fachada principal Palacio de los Condes de Olivares

Patio interior

Detalle capitel

Escudo de Armas

Detalle dintel

Reloj de Sol