Capillas Hermandad de la Soledad

Trascoro de Iglesia Ex Colegial de Santa María de las Nieves

Siglo XVII. Barroco

La capilla de Nuestra Señora de los Dolores es una de las dos capillas exentas de la Colegial, junto con la capilla Sacramental. A diferencia de la Sacramental tiene cúpula propia y está decorada con pinturas murales, además de colgar en sus paredes innumerables exvotos, verdadero patrimonio devocional de la Venerada Imagen, por lo que era conocida como la «capilla de los milagros».

Su construcción y decoración están fechadas entre 1712 y la muerte del Abad Duro de Velasco en 1740 quien, en su testamento redactado unos años antes se refiere a ella como estando ya construida y proporciona detalles sobre su exorno interior, entre los que puede citarse la existencia de candelabros, lámparas de araña y de plata. Sin embargo, no se tienen noticias sobre el arquitecto constructor, ni sobre los autores del retablo y las pinturas murales.

La base de la capilla es de forma rectangular y posee una reja de hierro a media altura, con una cúpula y linterna que cubre cuatro grandes arcadas. Estas arcadas conectan con las capillas sacramental y bautismal, respectivamente. Debido a su tamaño, se ha utilizado con frecuencia para llevar a cabo oficios religiosos cuando se realizaban trabajos importantes en el presbiterio.

Son destacables las pinturas murales, en la parte inferior tenemos representado un apostolado completo y sobre los arcos aparecen pabellones con figuras angélicas. En la cúpula, hay ocho figuras de arcángeles separadas por pilares simulados y en hornacinas igualmente falsas, mientras que en las pechinas encontramos representados a los cuatro evangelistas. A pesar de que las pinturas han sufrido deterioro, se puede apreciar la calidad del conjunto que es anónimo, aunque se atribuyen a Lucas Valdés y data de la segunda mitad del siglo XVIII.

El retablo que resguarda la imagen de la Santísima Virgen es igualmente interesante. Su diseño original y su calidad de tallado y ornamentación son notables. Esta obra anónima se puede fechar entre los años 1750 y 1760. El profesor F.J. Herrera ha atribuido la obra a Manuel García de Santiago por su semejanza con otras obras de su autoría. García de Santiago estuvo estrechamente vinculado con la Hermandad y la Colegiata. La hornacina central del retablo es un verdadero camarín, adornado con estípites, guirnaldas, ángeles y formas mixtilíneas. En el ático, hay un relieve policromado con el tema de Jesús orando en el huerto, y el conjunto se remata con un corazón tallado con siete puñales, que hace referencia a la advocación de la Virgen.

Frente a esta capilla encontramos el altar de Nuestro Padre Jesús Nazareno, realizado en 1762 y que también se atribuye a Manuel García de Santiago, que hizo para la Hermandad un paso para el Señor y la imagen de un Cireneo que aún se conserva en el museo de la Casa Hermandad de la Soledad.

La talla del Señor es anónima. No existe documentación alguna que permita averiguar la autoría de la imagen. El profesor Juan Manuel Miñarro ha advertido de la presencia en ella de un buen número de características formales que son comunes a las obras de gran parte de los escultores de origen italiano (fundamentalmente procedentes de Génova y la región ligur) que trabajaron en Cádiz y su provincia en los dos últimos tercios del siglo XVIII.

Tampoco se conoce el autor de la Imagen de Nuestra Señora de los Dolores. El profesor Miñarro, basándose en las características estilísticas de la talla, así como en su policromía y dramatismo expresivo, no duda en fechar la obra en el primer cuarto del siglo XVIII y por similitud con otras imágenes de esta época, la sitúa en el círculo del escultor sevillano José Montes de Oca, autor del grupo de la Piedad de la Hermandad de los Servitas de Sevilla.

Página web de la Hermandad: https://miradyved.org/

Remate del retablo del altar

Cúpula de la Capilla

Pila Bautismal Capilla

Capilla de Nª. Sª. de los Dolores

Altar de Nuestro Padre Jesús Nazareno

Altar de la Capilla